El cierre de las escuelas a nivel nacional durante los últimos 17 meses ha afectado a todos los estudiantes, pero sobre todo a aquellos en las zonas más pobres y vulnerables.
Estas no cuentan con capacidad para acceder a la educación remota de calidad. Si consideramos al quintil más pobre de la población, su acceso a medios de comunicación virtual es el más limitado (14% con acceso a internet).
Es necesario, en el muy corto plazo, corregir esta situación a través de un rápido plan de regreso a clases que, entre otras cosas, implique un regreso a clase rápido voluntario y flexible, la vacunación completa y universal de los docentes y sus familias. Así como los padres de familia. Además de protocolos de distanciamiento social, desinfección de las escuelas y transporte seguro. Asimismo, mirando el mediano plazo, debemos trabajar para cerrar las brechas de nuestro sistema educativo: limitaciones de infraestructura, falta de equipamiento, insuficiente capacitación docente y deficiente gestión.
